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Antropoceno o la Era del Hombre

Iniciado por Gisela, Enero 29, 2016, 12:30:30:06 PM

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Gisela

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Antropoceno

Concepto:   Describe el actual perí­odo en la historia terrestre desde que las actividades humanas han tenido un impacto global significativo sobre los ecosistemas terrestres.





Superexpansión urbana

Ciudad de México, México

Unos 20 millones de personas viven en Ciudad de México, la quinta área metropolitana más grande del mundo. En 1800, un 3 por ciento de la población mundial viví­a en ciudades. Hoy es el 50 por ciento, y la cifra sigue aumentando. En los superpoblados barrios de chabolas, la necesidad de agua limpia y saneamiento es urgente. Sin embargo, la urbanización también tiene aspectos positivos: la ciudad consume menos energí­a por habitante y contamina menos que las áreas rurales.



Antropoceno. Término acuñado en el año 2000 por el ganador del premio Nobel de quí­mica Paul Crutzen, quien considera que la influencia del comportamiento humano sobre la Tierra en las recientes centurias ha sido significante, constituyendo una nueva era geológica. El uso de este término como concepto geológico oficial ha ganado fuerza desde el 2008 con la publicación de nuevos artí­culos que soportan esta tesis.

El nombre de antropoceno ha sido propuesto ya de forma oficial a la International Commission on Stratigraphy (ICS) en un artí­culo publicado en la revista GSA Today (Geological Society of America) por geólogos de la Universidad de Leicester estos argumentan que el Holoceno se ha terminado y hay que dar entrada a este otro periodo del tiempo geológico como consecuencia de los efectos de la actividad humana sobre el medio ambiente global






El petróleo transformó Dubai en la década de 1970. Hoy la ciudad tiene el edificio más alto del mundo, gigantescos centros comerciales y unos dos millones de habitantes, que dependen de la desalinización del agua de mar y del aire acondicionado (y por ende, de la energí­a barata) para vivir en el desierto Arábigo.




La introducción del término antropoceno se asocia, pues, a la situación de auténtica emergencia planetaria a la que la humanidad ha de hacer frente en la actualidad como consecuencia de un comportamiento reciente, especialmente depredador, de la especie humana. Es lo que parece concluirse cuando se analizan las causas del actual cambio climático de origen antrópico o de la sexta gran extinción de especies ya en marcha.

El Antropoceno no es el resultado de cambios recientes en el comportamiento humano fruto, de «la modernidad filosófica y tecnocientí­fica» sino la consecuencia de la forma habitual de comportarnos durante milenios. Desde ese punto de vista, el Antropoceno aparece, no sólo como una era de riesgo, sino como una oportunidad para repensar el comportamiento humano y sentar las bases de un futuro sostenible.
Concepto

En la década de los 70 del siglo XIX, el geólogo italiano Antonio Stoppani habí­a propuesto llamar «antropozoica» a la era caracterizada por la presencia humana, pero su propuesta no fructificó. El término «antropoceno», en cambio, corrió con mejor suerte.

Según la revista de la National Geographic, el nombre de la etapa fue acuñado hace unos diez años por el quí­mico holandés Paul Crutzen, quien compartió el Premio Nobel por descubrir los efectos de los compuestos que afectan la capa de ozono.





Mares cambiantes

Rosignano Solvay, Italia

Una playa de la Toscana refleja la relación de los humanos con el mar. La arena «tropical» ha sido blanqueada por los carbonatos de la planta quí­mica, que hasta hace poco también vertí­a mercurio. La planta convierte la sal del mar en cloro y otros productos esenciales. Los combustibles fósiles proporcionan la energí­a necesaria para esas transformaciones. El Dióxido de carbono que escupen las chimeneas y los tubos de escape en todo el mundo está acidificando el océano, lo que constituye una amenaza para la vida marina.




En una conferencia cientí­fica, donde un investigador se referí­a constantemente al holoceno, Crutzen exclamó: «¡Dejémoslo ya! No estamos en el holoceno, sino en el antropoceno». Luego, se hizo el silencio en la sala. En 2002, cuando Crutzen publicó en la revista Nature su idea del antropoceno, el concepto fue adoptado de inmediato por investigadores de diversas disciplinas y comenzó a aparecer con regularidad en la literatura especializada.

No obstante, pese a la paulatina aceptación de la hipótesis, en lo que los cientí­ficos no han logrado ponerse de acuerdo es en el momento de inicio de esta nueva época.

William Ruddiman, paleoclimatólogo de la Universidad de Virginia, Estados Unidos, ha sugerido que el comienzo de la práctica de la agricultura hace 8 000 años, y la deforestación resultante, determinaron un aumento del dióxido de carbono atmosférico capaz de impedir el inicio de una nueva glaciación. A su juicio, los humanos hemos sido la fuerza dominante en el planeta prácticamente desde el comienzo del holoceno.


Paul Crutzen, en cambio, sitúa el inicio del antropoceno a finales del siglo XVIII, cuando los niveles de dióxido de carbono iniciaron un ascenso que no se ha interrumpido. Otros cientí­ficos consideran que la nueva época comenzó a mediados del siglo XX, con el rápido crecimiento demográfico y la aceleración del consumo. La decisión dependerá de los votos de la ICS y de su organización madre, la Unión Internacional de Ciencias Geológica






El siglo del petróleo

South Belridge, California

Descubierto en 1911, este yacimiento produjo petróleo mientras las ciudades se adaptaban a los coches y las moléculas de hidrocarburos eran transformadasen artí­culos de plástico, cosméticos y productos farmacéuticos. Actualmente, South Belridge produce 32 millones de barriles al año, cantidad suficiente para cubrirla demanda mundial durante nueve horas. La oferta depetróleo podrí­a




Era Geológica previa




Hace cerca de 11 mil años, la temperatura de la Tierra comenzó a aumentar de modo natural, ocasionando el derretimiento progresivo de la última gran glaciación. Gran parte del agua, al pasar del estado sólido al lí­quido, elevó el nivel de los mares, separó tierras de los continentes, formó islas, incentivó la formación de bosques y de otros ambientes. Los cientí­ficos dieron a esta nueva fase el nombre de Holoceno.


En estos últimos 11 mil años de los Homí­nidos solo quedó el Homo sapiens, que se volvió soberano en todo en planeta. Con un cerebro bien desarrollado, fue desafiado por las nuevas condiciones climáticas y domesticó plantas y animales, inventó la actividad agropecuaria, creó tecnologí­a para pulir la piedra, inventó la rueda, el telar y la metalurgia. Después, creó ciudades, imperios, represas, drenajes e irrigación. Varias civilizaciones sobrepasaron los lí­mites de los ecosistemas en los que se levantaron, generando crisis ambientales que contribuyeron a su fin.






Entra, entonces, el concepto de huella ecológica. Se refiere al grado de impacto ecológico producido por un individuo, una actividad, una economí­a, una sociedad. La huella ecológica de la civilización anterior a la civilización occidental tuvo siempre un carácter regional, siendo reversible en ocasiones y en otras no. Occidente fue la civilización que calzó las botas más pesadas conocidas hasta el momento. El peso comenzó con el capitalismo, que transformó el mundo.

A partir del siglo XV, la civilización europea pasó a imprimir marcas profundas con la expansión marí­tima. Impuso su cultura a otras áreas del planeta. El mundo fue occidentalizado y pasó también a pisar fuerte en el ambiente.





Mover montañas

Kayford Mountain, Virginia Occidental

Las compañí­as petroleras perforan cada vez más profundamente en busca de petróleo en aguas marinas, y las mineras extraen todo el carbón de los Apalaches, que genera la mitad de la electricidad de Estados Unidos. Esta colina desapareció en un dí­a. Unas 470 cimas lo han hecho desde los años ochenta, y sus residuos han cegado los rí­os. La minerí­a por desmonte sólo aprovecha el 6 por ciento de los depósitos de carbón.





Vino, entonces, otra gran transformación con la revolución industrial, cuyo origen se localiza en la Inglaterra del siglo XVIII, y que se extendió por el mundo dividiéndolo en paí­ses industrializados y paí­ses exportadores de materias primas. A partir de ella, empieza a crearse otra realidad planetaria, con emisiones de gases causantes del calentamiento, devastación de bosques y selvas, empobrecimiento de la biodiversidad, uso indebido del suelo, fuerte urbanización, alteraciones profundas en los ciclos de nitrógeno y fósforo, contaminación del agua dulce, adelgazamiento de la capa de ozono y extracción excesiva de recursos naturales no renovables, que, a su vez, producen cantidades inauditas de basura.





La sexta extinción masiva

Museo de Historia, Aralsk, Kazajstán

El esturión barba de flecos está próximo a la extinción, y ya no se encuentra en el mar de Aral; los trasvases convirtieron lo que fue el cuarto lago más grande del mundo en una laguna polvorienta. En los últimos 500 millones de años, los sucesos naturales causaron cinco extinciones masivas de plantas y animales. Los humanos podrí­amos estar causando la sexta.




Los cientí­ficos están demostrando que dentro del Holoceno (holos = entero + koinos = nuevo), la acción humana colectiva en el capitalismo y en el socialismo ha provocado una crisis ambiental sin precedentes en la historia de la Tierra porque ha sido generada por una sola especie. Han denominado al periodo pos-revolución industrial del siglo XVIII,





Agricultura industrial

Provincia de Almerí­a, España

En las áridas llanuras del sur de España, la tierra da sus frutos en el mayor complejo de invernaderos del mundo. í‰stos utilizan el agua y los nutrientes con eficiencia y producen durante todo el año (por ejemplo, tomates en invierno). Pero el reto en el mundo son los cereales y la carne, no los tomates. Usamos el 38 por ciento de la tierra firme libre de hielo para alimentar a 7.000 millones de personas, y se prevé que para 2050 habrá 2.000 millones más.




En función de esta gran crisis o de esta nueva época la Organización de las Naciones Unidas viene promoviendo grandes conferencias internacionales, como las Conferencias de Estocolmo (1972), Rí­o-92 y ahora la de Rí­o 2000. El objetivo es resolver los problemas del Antropoceno, sea conciliando desarrollo económico y protección del ambiente, sea buscando otras formas de desarrollo. La Rí­o-92 adoptó la fórmula de desarrollo sostenible, que ha ido adquiriendo distintos sentidos, inclusive antagónicos al original.





Quí­mica en los alimentos

El Ejido, España


Fertilizantes y pesticidas hacen posible la alta productividad y la calidad celebradas en esta valla publicitaria, pero sus efectos nocivos son de gran alcance: la escorrentí­a cargada de nitrógeno de los campos fertilizados, por ejemplo, causa zonas muertas en las desembocaduras de los rí­os.





La Conferencia Rí­o 2000 pretende colocar en pie de igualdad las dimensiones ambiental, social y económica. La palabra mágica, ahora, es economí­a verde, cuyo contenido no está claro. Se supone que, como mí­nimo, signifique la sustitución progresiva de fuentes de energí­a carbono-intensivas por fuentes renovables de energí­a, así­ como la sustitución de recursos no renovables por renovables.





Un mundo embalsado

Presa Hoover y lago Mead, Nevada

Las presas controlan las inundaciones, llevan agua a los cultivos (y a la gente) y generan el 16 por ciento de la electricidad mundial, sin emisiones de carbono. También han desplazado entre 40 y 80 millones de personas y han destruido ecosistemas fluviales. Más de la mitad de los grandes rí­os del mundo están hoy embalsados, algunos explotados al máximo. La sequí­a constante ha dejado una marca en el lago Mead, que suministra agua a gran parte del Sudoeste de Estados Unidos.






La Rí­o 2000 mostró que los paí­ses industrializados no quieren abdicar de su posición; los paí­ses emergentes quieren alcanzar a los industrializados, y los paí­ses pobres quieren ser emergentes. Mientras no exista entendimiento acerca de los lí­mites del planeta, es inútil pensar en justicia social y desarrollo económico. Por consiguiente, el ambiente es más importante que lo social y lo económico, ya que sin él no se puede encontrar solución para los otros dos. Por otro lado, el concepto de ecodesarrollo parece ser el más correcto como táctica y estrategia.
Cambios geológicos





Especies invasoras

Akron, Alabama

La Pueraria lobata, una planta trepadora asiática de crecimiento rápido, ha ocupado millones de hectáreas en Estados Unidos desde que se plantó en la década de 1930 para controlar la erosión. Las plantas exóticas difundidas por la mano del hombre son una amenaza para la biodiversidad mundial. Casi todas las especies amenazadas en Estados Unidos lo están en parte por la presión de las foráneas invasoras.




Los humanos han sido la fuerza dominante en el planeta prácticamente desde el comienzo del holoceno, una época de la era cuaternaria que comenzó al final de la última glaciación, hace más de 11 000 años. «Sin embargo, el mundo ya no funciona de la manera que antes.

La atmósfera, los océanos, el clima, los ecosistemas, todos están operando fuera de las normas del holoceno. Esto sugiere que hemos cruzado la frontera de una época.

Estamos dejando una secuencia suficientemente distintiva de rocas y fósiles en los sedimentos que quedarán en el mar y la tierra dentro de millones de años. En ellos deberá estar la evidencia del cambio climático y los fenómenos de transición que lanzaron al planeta hacia una historia geológica distinta.




Marea de residuos

Chittagong, Bangladesh

El proceso de desguace de barcos crea puestos de trabajo en Bangladesh y proporciona gran cantidad de metales reciclables, pero también produce asbestos, bifenilos policlorados y otras sustancias tóxicas. Aunque el reciclaje de residuos va en aumento, también crece muy deprisa la producción de basura. En las ciudades estadounidenses, durante los últimos decenios las dos tendencias se han equilibrado mutuamente.




Marcadores



Algunos de los marcadores que dejaremos en algunas partes del planeta serán:


    Los restos fosilizados de algunas ciudades. «Serán el equivalente antropoceno de la lava del jurásico: remanentes fí­sicos de la transición planetaria.

    Pero no todas las grandes urbes son candidatas a dejar marcas distintivas. Algunas interiores como Moscú o Nueva Delhi se convertirán en anónimas arenas, mientras que las costeras, como Nueva York, Dhaka o Amsterdam, quizá queden en un estado parcialmente reconocible.

    Las cloacas y el sistema eléctrico, los subterráneos, se conservarán muy bien. En la superficie los edificios colapsarán en masas de escombro. Pero formarán estratos muy diferentes a cualquier cosa que haya habido antes.

    El concreto es como una caliza arenosa, así­ que tiene un buen potencial de conservación.

    Los ladrillos pasarán de rojo a gris, mantendrán la forma aunque posiblemente se aplanen un poco.

    El vidrio se volverá un material lechoso y se cristalizará muy finamente.

    El acero se oxidará y desaparecerá, pero dejando huecos donde alguna vez estuvo. Así­ que podemos aplicar los principios de la geologí­a a los nuevos estratos que estamos haciendo para predecir cómo lucirán en decenas de miles de años. Los animales y plantas fosilizados del antropoceno también tendrán valor.




Las fronteras entre perí­odos geológicos están marcadas por la extinción de múltiples especies, y en cinco casos en la historia de la Tierra por extinciones masivas, la última de las cuales sucedió 65 millones de años atrás y significó el fin de los dinosaurios. Estamos causando que muchas especies se hayan extinguido o que vayan rumbo a la extinción. Comparo lo que está pasando hoy con el asteroide que eliminó a los dinosaurios, solo que nosotros somos el asteroide.

Al contrastar el ritmo de extinción de animales durante los últimos cinco siglos, con los testimonios fosilizados de las cinco extinciones masivas previas, la extinción se está produciendo a una velocidad 12 veces mayor que la de tiempos de estabilidad evolutiva. Si continuamos así­ y vemos el mismo ritmo de pérdida de biodiversidad que hemos visto en los pasados 500 años, veremos la magnitud de desapariciones que fue caracterí­stica de los dinosaurios en un par de siglos, quizá antes.

Pero desde el punto de vista geológico, tal vez el cambio más importante que se está registrando son las variaciones en la composición de la atmósfera. Las emisiones de dióxido de carbono podrí­an estimular las temperaturas mundiales a niveles desconocidos desde hace millones de años.

Algunas plantas y animales ya están desplazando sus áreas de distribución hacia los polos, lo cual dejará una huella en el registro fósil.

Mucho después de que nuestras industrias, autos y ciudades se hayan convertido en polvo, las consecuencias de quemar miles de millones de toneladas de carbón y de petróleo probablemente seguirán vigentes.




Biologí­a





Entre las especies notables extinguidas por la acción humana en los últimos mil años se incluyen:


    Europa: uro; tarpán (un caballo salvaje eurasiático); alca gigante; pika sarda (un conejo de Cerdeña); bucardo (cabra montés española).

    Asia: delfí­n de rí­o chino; vaca marina de Steller.

    África: Quaga (una especie de cebra)

    Norteamérica: cotorra de Carolina; paloma viajera

    Sudamérica: coquí­ dorado (rana de Puerto Rico), foca monje del Caribe

    Australia: lobo de Tasmania

    Nueva Zelanda: moa (un ave no voladora de 3 m de altura y 250 kg); águila de Haast (una enorme águila que pesaba entre 9 y 15 kg); Aptornis.

    Islas del Pací­fico: moa-nalo, Mekosuchinae (cocodrilos del Pací­fico); megápodo de Nueva Caledonia.

    Madagascar: Aepyornis (el pájaro elefante, de 3 m de altura y 450 kg de peso); aye-aye gigante; Archaeoindris (un lemur gigante de 200 kg),

Palaeopropithecus; tortuga gigante; hipopótamo pigmeo.
   
Islas del índico: tigre balinés; dodo (ave de la Isla de Mauricio); solitario de Rodrigues (ave de la Isla de Rodrigues); solitario de Reunión (ave de la Isla de Reunión).


http://www.ecured.cu/Antropoceno
http://www.nationalgeographic.com.es/2011/02/28/human_impact_photography.html#gallery-11
'Puedo controlar mis pasiones y emociones si puedo entender su naturaleza'.Spinoza

Cubera

Muy interesante este artí­culo Gisela, cuando leí­ el nombre "Antropoceno" me pareció raro, porque no lo habí­a leí­do antes, pero luego leí­ y sí­ tiene sentido ;)

Hay una serie de History Channel, muy muy muy buena, llamada "La Tierra sin humanos", tiene dos temporadas y cada una con diez capí­tulos, y en ella narra lo que le va pasando al planeta una vez que desaparecen los humanos, desde el mismo dí­a siguiente de desaparecer hasta que va pasando el tiempo y así­ poco a poco. Quizás te guste. Aquí­ hay info de ella:

https://es.m.wikipedia.org/wiki/La_Tierra_sin_humanos