Abro este hilo para que la que quiera comparta sus experiencias de pareja rocambolescas (esa pequeña psicópata bastarda que nos hizo pasar una mala época). Comienzo yo, para romper el hielo :p

Hace muchos, muchos años... bueno, no tantos, que soy joven. El caso es que mi primera pareja estaba loca como un trillo, pero loca clí­nica, vamos, que me reconoció con el tiempo que se atrevió a declarárseme gracias al seroxat... Era de esas personas garrapata que te van quitando la energí­a y la alegrí­a sin que te des ni cuenta.

Recuerdo con cara de asco las veces que intentaba abrazarla y me decí­a, mientras me apartaba de sí­ sutilmente, que yo en realidad lo que querí­a era abrazar a mi madre... o_O  A lo que yo respondí­a que a mi madre, cuando la abrazo, no le beso el cuello... Pero ni por esas, estaba la mujer empecinada en que yo era lesbiana por algún tipo de trauma infantil que implicaba a mi madre. Cualquiera la bajaba del burro, si la burra era ella...

Bueno, en resumen, que la mandé a la mierda después de dos o tres años de relación a escondidas (que ella no tení­a la menor intención de salir del armario), y me sentí­ más aliviada que otra cosa.

¿Qué, os animáis a contar vuestras historias para no dormir? :P

XD A lo mejor era "toronjil", aquella vieja forera que nos deleitó con sus cosas (Complejo de Edipo inclusive) en el antiguo foro y a la que siempre añoraré por sus historias bizarras contadas como si fueran de lo más natural...

Mi primer rollete -rollete, porque duró sólo dos o tres meses- fue con una muchacha que debí­a de tener pseudologí­a fantástica ya que el noventa por ciento de lo que decí­a era mentira. Al principio no me daba cuenta porque las historias que contaba eran verosí­miles. Pero poco a poco se fue soltando y lo que contaba iba tornándose bastante pintoresco, tal que: "Madonna me tiró los trastos cuando estuve en la fiesta que sale en la pelí­cula En la cama con Madonna y le dije que no... Pobrecilla, después del chasco que se llevó con Antonio Banderas", "Naomi Campbell también", "Una vez iba en coche, se me pinchó una rueda y vino un motorista a ayudarme que resultó ser el rey" y así­ un largo etcétera. Cuando huí­ despavorida de ella y le dije que no querí­a verla más, me llamó por teléfono para decirme que tení­a cáncer y querí­a que nos viéramos una última vez. Como yo era una jovenzuela inocente se lo dije a mi madre y ésta, para demostrarme que la muchacha también mentí­a en eso, telefoneó a su madre para preguntar cómo estaba su hija, que se habí­a enterado de que estaba enferma. La madre le dijo que bien, que sólo era un resfriado...

Las bolleras pueden ser muy entrañables.

Mis experiencias más curiosas en este sentido han sido con dos mininovias (me duraron dos meses cada una) que estaban fascinadas por la violencia, en un caso sexual y en el otro maltrato fí­sico del de toda la vida.
La primera era una chica que sólo se excitaba si la insultaba y le daba buenos cachetes, de esos de dejarte el culo rojo. Mi nivel de violencia no la satisfizo, así­ que lo dejamos. Me sentí­a muy extraña interpretando ese papel, y ella decepcionada se daba cuenta de que todo era muy forzado.
El segundo caso era peor. Aquella chica me hablaba de una relación anterior en que su novia le pegaba cuando ella "no se portaba bien". Y no me lo contaba con pena, sino con añoranza. Entendí­a que cuando alguien te pega es porque te quiere tanto que pierde el control. Cuando me montó dos escenas horribles de celos no me lo pensé dos veces y la dejé para que le pegara otra. Me dí­ cuenta de que pretendí­a copiar el modelo de su relación anterior haciendo subir la tensión para hacerme estallar.
Es cierto que los besos saben más dulces después de una reconciliación, pero recurrir siempre a los tiovivos emocionales más pronto que tarde te provocan daños cerebrales. Serios.

Sólo puedo hablar de mi única experiencia, pero intentaré ser lo más breve posible para no aburriros, evidentemente me enamore perdidamente de ella, incluso llegue a pensar en dejarlo todo por ella, familia, paí­s y mi trabajo, era una relación a distancia pero no de dos personas si no de una (osea yo era la que siempre tení­a que estar pendiente por y para ella), después de casí­ tres años me dí­ cuenta (soy un poco lenta de reflejos y muy confiada ;D), pero más vale tarde que nunca.  Aguante sus celos, y todo lo que os podaí­s imaginar, hasta que todo ello empezo a resentir mi salud que fue cuando dije basta hasta aquí­.  Intente ser su amiga pero he de reconocer que no se puede, y doy la razón a todas las personas que me lo decí­an.  ;D.

La capulla de mi ex me acababa de dejar y yo estaba más desperata que ahora si cabe, y en peor, porque nadie me habí­a dejado nunca, supongo. Puse un anuncio de contactos y me escribió una mozuela de mi ciudad. Estuvimos cosa de diez dí­as escribiendonos bastante. Me enviaba mails con fotos de florecillas y música empalagosa que hací­an vomitar arcoiris a todo unicornio habido y por haber, pero siempre me ha parecido superficial descalificar a una persona porque sus afinidades estéticas no casen con las mí­as. Por su parte todo era un poco excesivo para alguien con quien simplemente te estás carteando, con arrumacos varios a los que yo no habia dado pie. Pero como desperata que yo era tampoco me sentí­a con autoridad moral de parar los pies a otra evidentemente también desperata.

Dijimos de quedar y, boba de mí­, intercambiamos teléfonos. Empezó a mandarme mensajitos sin parar. Rebasó mi lí­mite al enviarme un buenos dí­as super acaramelado antes de las 7 de la mañana siguiente. Empecé a reducir mi ritmo de respuesta y al dí­a siguiente le dije que me parecí­a que era mejor dejar las cosas en este punto.

Y ahí­ empezó el mal rollo. Emails y más emails insultantes escritos en mayúsculas con los despropósitos más gordos que una pueda imaginar. Mensajes amenazantes en mi buzón de voz. Finalmente me mandó un mensaje de disculpa y paró.

Otra chica me contactó por el mismo anuncio de contactos al dí­a siguiente. Pero... Era la misma chica. Que se habí­a creado otro correo e inventado otra identidad para seguir a la carga. Pero muy torpemente, sin la menor diferencia en el estilo de escritura, indicando intereses en temas de los que muy obviamente no sabí­a nada... Así­ que le dije directamente que dejase de acosarme. Pa tu tí­a, por supuesto. Vuelta a los mails y los SMS y mensajes de voz amenazantes.

El final de esta historia en realidad fue sencillo. Le recordé que todos los mensajes que me habí­a enviado la primera vez procedí­an de su cuenta de correo del trabajo. En que constaba su nombre real y sus dos apellidos. Trabajo en que no estaba fuera del armario. Como tampoco lo estaba con sus padres, con quienes viví­a. Incluyendo muchos mensajes de loca psicópata de remate. 

Ni grandes ni pequeñas historias, escasas por tardona eso sí­. Las mí­as.

La última.
Tras casi un año, buen comienzo, encanto de personita, intereses comunes, aficiones, todas esas cosas. Cuando empieza a perder libido lo achaca a problemas familiares, que está agobiada y yo pacientemente me lo trago porque en el trato sigue siendo atenta y cariñosa.
Llega un primer engaño, quizás tonto pero significativo. Ya no puedo confiar y me crea muy mal rollo y tras varias intentonas finalmente la dejo. Aun espero una explicación.
Mi teorí­a es que me estoy convirtiendo en un clavo sacaclavos. Creo. Lo peor es que voy perdiendo confianza en los demás. Yo no querí­a profundizar al principio en la relación fui un poco a remolque, digamos que me dejé llevar y luego Zas.
¡Jesús que cruz!

Creo que no se entiende por escueta.
Los dos últimos meses me he sentido muy mal, y su falta de esfuerzo y apatí­a ha sido bastante descorazonador.
Después de que ella me llevara a una relación más estable me dice que no debo esperar nada de ella. Que vivamos el presente y ya.

Pues yo no se que tienen algunas chicas en la cabeza, hace medio año o así­  termine mi relación con una chica con la que en realidad me llevaba muy bien, la cosa era que tení­a una obsesión enfermiza por morderme los labios al besarme y no hablo de esos mordisquitos suaves y ricos, no, eran de sacar lagrimas, me quitaba y le decí­a para, me haces daño, pedí­a disculpas, me daba besitos ricos y dale otra vez a morder, al final lo deje cuando me dejó un trozo de labio colgando.  :o

Madre mí­a, menudas cosas os pasan. Al final me voy a alegrar de no tener novia ni haberla tenido... lo de los labios me ha acojonado, sinceramente. Qué bestia.

Tan, espero que lo del labio colgando se lo devolvieras...

Qué gente más loca hay por el mundo, al final mis bollo-dramas son hasta light :p

No, a mí­ me sigue poniendo los pelos de punta lo de la muchacha que proyectaba en ti su complejo de Edipo...

Sí­, la verdad es que esa era "especial"... :p

Cita de: fahrenheit en Junio 30, 2014, 17:54:54:29 PM
Tan, espero que lo del labio colgando se lo devolvieras...

Para nada, ya le tocará una loca como ella y la vida se lo devolverá XD

Eso sí­ serí­a curioso de ver, lo de las dos intentando arrancarse el labio. Serí­a como el Auryn, ¿no? Ahí­ las dos como las serpientes, intentando comerse el labio la una de la otra.

¡Oh, un Áuryn bolleril! Aunque tendrí­an que morderse las chuchitas para que fuera más auténtico -y dramático, eso también-.