Creo que cuando somos niños sabemos más sobre esto que cuando crecemos. De hecho creo que al nacer sabemos muchísimo sobre la existencia y su certeza, sobre lo que venimos a hacer a la vida que empieza pero que lo vamos olvidando al crecer para descubrirlo de nuevo a lo largo de nuestra vida.
Cuando era pequeña, tendría unos 9 años, a veces me quedaba mirando "el mundo", lo que tenía y veía a mi alrededor y, de repente, todo me parecía "irreal", sentía que nada existía ni era cierto o más bien, que yo estaba ahí, con esas personas que eran mis padres pero que, por unos instantes, se convertían en extraños e, incluso yo, mi yo físico, se distanciaba de mí. Era como si mirase.con otros ojos y no los míos. Era una sensación de vértigo que me resultaba a la vez aterradora y atractiva...no sé explicarlo bien. Creo que en esos momentos sentía que la existencia era la EXISTENCIA, mucho más de lo que percibía normalmente. Creo que en esos instantes sentía la existencia de la existencia de forma tan patente que me daba terror.
Cuando fui creciendo esas experiencias fueron desapareciendo pero me quedó la sensación que tengo en este instante al escribir.
Resumen: creo en la existencia porque creo haberla experimentado al sentir que no existía.