Igualda es tratamiento diferenciado a circunstancias diferentes. Desde el punto de vista normativo o en relaciones de cierta jerarquía como estado-ciudadano o padres-hijos.
Desde el punto de vista de las militancias de izquierdas o que reclaman cualquier tipo de igualdad se tiende a homogeneizar a los sujetos y expresar que todos somos iguales igualitos.
Lo que no ayuda a entender las diferencias, la diversidad y doy por hecho que todos tenemos los mismos derechos. A lo que me refiero es que incluso en ámbitos de lucha coincidente, a mi me gusta mucho más la palabra conquista, el hecho de hacerlo de manera distinta otorga a unos respecto a otros unas relaciones de desigualdad. Esto se materializa con los juicios que hacemos de otros simplemente porque entendemos las maneras de entender esas conquistas de manera diferente.
El verdadero logro, reto, trabajo, reflexión o lo que sea que tenemos por delante es aceptar que necesitamos una marco comun de convivencia donde cada uno viva como quiera. Me da igual entender al otro, me da igual verlo y esto es lo único que define la igualdad, la diferencia.
El respeto por la diferencia. Y sólo y exclusivamente es exportable a lo colectivo desde el individuo.
A medida que cambiamos nuestro entorno inmediato, intervenimos en las transformaciones del colectivo sociedad. Y es eso queridas en lo que consiste ser activista.