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Siempre han hablado por nosotras, de Najat El Hachmi

Iniciado por Báthory, Agosto 17, 2021, 12:49:49:00 PM

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Báthory

Aprovechando que ahora se está hablando mucho del islam voy a destacar algunas frases del libro Siempre han hablado por nosotras, de Najat El Hachmi.

Ahí va la selección del libro, pero ha sido difícil porque este libro es oro puro:

"Yo misma luché durante años para obtener lo que más me ha servido para alimentarme como persona, para cultivar con conciencia plena el ejercicio de mi libertad, para dotarme de los instrumentos necesarios que me permitieran defenderme con uñas y dientes de los mecanismos alienantes que querían convertirme en una ciudadana de segunda. El instrumento de la educación. El más poderoso de todos, el más revolucionario. Por eso nos limitaron el derecho a educarnos, a acceder al conocimiento, al pensamiento, a las ideas que no coinciden con la tradición que nos transmiten. Es una verdad obvia y muy repetida, pero sigue estando vigente: sin educación no hay libertad."

"Los islamistas se han adaptado al medio y ahora organizan sus mensajes opresores en clave de modernidad, de derechos humanos, de justicia universal y hasta de feminismo. Y no lo han hecho solos, por supuesto, tienen de su lado al poder de las grandes dictaduras del Golfo, a pensadores contratados en las universidades más avanzadas del mundo."

"La identidad se configura alrededor de muchas otras cuestiones, y las creencias son solo eso, creencias, cosas que pensamos, no cosas que nos definen. Creer en Dios es algo que hago, no que soy. Pero la tesitura actual empuja a estos jóvenes a encauzar la necesidad de definir con claridad su identidad, ya híbrida, hacia el ámbito que, por otra parte, los dota de pertenencia grupal."

"Basta con echar un vistazo a cualquiera de las hiyabistas con más seguidores en las redes: su aspecto físico es una obsesión constante, se sepultan bajo capas y capas de maquillaje para demostrar que pueden serlo todo, guapas y con pañuelo, musulmanas y a la moda. En realidad, lo que hacen es someterse a dos patriarcados simultáneos: el de la dictadura estética occidental y el del pañuelo islamista.
Estamos ante un fenómeno muy posmoderno: afirmar que algo no es lo que es."

"Era perfectamente consciente de que aquel pañuelo me cerraba muchas puertas profesionales y condicionaba mi relación con los no musulmanes, y eso me hundía todavía más en la tribu y me impedía salir de ella. Procuré ponérmelo de manera diferente, para que no pareciera una prisión asfixiante y humillante. ¿Qué debía decir cuando me preguntaban por qué lo llevaba?, ¿que lo había escogido yo?, ¿que era un símbolo identitario y no religioso?, ¿que por qué no se metían con las monjas que también llevan la cabeza cubierta?, ¿que eran unos racistas?, ¿que me discriminaban por lo que era y por mi religión? Creo que nunca me valí de ninguno de estos pretextos, pero no es extraño que cuando sufrimos una humillación que no podemos evitar nos apropiemos de ella y la reivindiquemos como lo que no es."

"Llegados a este punto, hemos de explicar de nuevo lo obvio, lo que ya hemos explicado en numerosas ocasiones y que ahora pretenden negar: el islam no es bueno para las mujeres porque, como cualquier otra religión monoteísta, ha sido concebido, difundido e impuesto por los hombres y por el sistema que perpetúa el poder, el artista anteriormente conocido como patriarcado. La teoría que afirma que el machismo del islam es una malinterpretación es atractiva, nueva y llama la atención, pero eso no la convierte en verdadera. Solo una pregunta: ¿es más probable que el islam sea y siempre haya sido una religión contra las mujeres o que durante más de mil cuatrocientos años los hombres musulmanes, muchos de ellos expertos exégetas de todas las corrientes que han circulado, hayan sido tan obtusos, tan ineptos como para equivocarse una y otra vez, siglo tras siglo, interpretando el Corán siempre a favor de los hombres?"

"Respetar de verdad la diversidad es ser solidarias y hacer extensivas al resto de las mujeres las conquistas occidentales, no empezar de cero en cada lugar para desarrollar un feminismo propio ni resistirse a la igualdad como rasgo diferenciador."

Aquí llega el capítulo de La izquierda y el islam: amistades peligrosas del cual habría destacado cada palabra que está escrita, pero ahí van unas selecciones:

"De un tiempo a esta parte, algunos medios de izquierdas se han llenado de mujeres con pañuelo que enaltecen las virtudes de la religión de Mahoma y de expertos en la materia que defienden sus bondades. Confieso que me provocan gran perplejidad: ¿en qué momento la izquierda ha dejado de ser laica para convertirse en confesional? A lo mejor no me lo explicaron bien en el colegio, pero tenía entendido que la izquierda suele velar por la separación entre Estado y religión."

"[...] lo peor es que algunos periodistas, en momentos tan sensibles, dejan de ejercer su papel crítico y compran los discursos de sus entrevistados sin ponerlos en duda. Los que intervienen se aprovechan del desconocimiento del público en general para soltar afirmaciones sesgadas, verdades a medias o simples mentiras sin que nadie se las rebata. Que hablen de lo suyo y nosotros los escuchamos, esa es la actitud que se ha impuesto en los últimos tiempos. Que el hecho de ser musulmán sea un requisito imprescindible para poder hablar del islam ya es una actitud generalizada, incluso en el seno del feminismo: no caeremos en la trampa de hablar en nombre de las otras; así se traza una línea divisoria que tanto nos hemos esforzado por borrar. Vuelven a dejarnos solas en la tribu. Nosotras no nos entrometeremos, sería racista."

"Parece ser que la igualdad, la no discriminación o la libertad dejan de ser temas prioritarios cuando entra en juego el respeto por lo diferente. Y encima, a ello se añade la confesionalidad como elemento que legitima todas las opiniones, aunque sean evidentemente machistas. Si no eres musulmana, calla."

"Como estamos en la época de mirarnos el ombligo, olvidamos que lo que somos no es solo lo que somos a título individual, sino que formamos parte de un mundo globalizado en el que lo que aquí es una opción se convierte en imposición en los países donde la religión es ley."




"Fratriarcado es también toda defensa que las mujeres realizan de los pactos entre varones, sin reparar en que ellas no están incluidas." Rosa M. Rodríguez Magda

Darkdevil

Entrevista a Sepideh Moafi, actriz y activista, de origen iraní y a una jurista
oídla hablar sobre el GENDER APARHEID contra las mujeres en el mundo árabe,
mucho más interesante como ella misma que lo es su personaje en the Q World (Gigi molaba bastante pero me gusta bastante más Sepideh)
No creo en el destino, creo en la consecuencia.