A mí me ha parecido un buen reportaje, pero también me ha dado qué pensar. Porque me da que pensar que el precio de la aceptación social de la transexualidad sea hacer una escisión entre la cara más normalizada y la más marginal. Y también presentar la transexualidad como una condición clara que a veces no tiene.
La gente acepta la "normalidad"... Si ve una chica transexual en las esquinas(por hablar mal y pronto) le importará bastante poco su historia, por muy injusta que sea.
Y creo que el reportaje(por parte de ella) está bien... Pero que los "guionistas" del asunto no tanto.
Entre otras cosas por las ganas de patologizar la transexualidad... Que ni esa chica, ni yo, ni ninguna chica transexual(por esa sóla razón) no padece ningúna enfermedad mental.
Que la verdadera "enfermedad" que atosiga a las situaciones extremas es el odio tránsfobo de una sociedad tan "normalizada" que se cree con derecho a insultar a cualquier transexual(visible, en otras palabras que se le note) que vaya por la calle.
Y de eso, no necesito... Hablar por otras, lo he vivido directamente(aunque a mí me pasasen por la "machito).
Luego hay vídeos de la gentucilla de la UTIG cuya directora de Málaga es incapaz de diferenciar entre un rol y una identidad...
O el olvido a la libre elección de médico... Para mandarnos a lugares especializados... Sí, especializados en tocarnos las narices.
Que no es casualidad que muchas personas transexuales(relacionadas con el activismo) hayamos ido a facultades hasta de medicina para hablar sobre el tema.