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EstereoTipos

Iniciado por renaTa, Noviembre 15, 2014, 17:39:39:02 PM

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Anilka

Cita de: Manufactura en Diciembre 10, 2014, 13:20:20:33 PM
A mi tener cuerpo de mujer o de hombre creo que no me supondrí­a ninguna diferencia, ni ningún trauma.

A mí­ sí­, y no por cuestiones de identidad; me dan asco los penes, qué horror serí­a levantarse y tener esa cosa colgando ertryw45.

Manufactura

Cita de: Anilka en Diciembre 10, 2014, 13:27:27:51 PM
A mí­ sí­, y no por cuestiones de identidad; me dan asco los penes, qué horror serí­a levantarse y tener esa cosa colgando ertryw45.

muertorisa

Tuyi

Hoy estoy especialmente torpe. Así­ que voy a intentar poner mis pensamientos/dudas por escrito a ver si me aclaro:

- Por una parte está la biologí­a, que nos asigna un sexo concreto: macho/hembra
- Después está el género: masculino/femenino (hombre/mujer) que hace referencia a lo que socialmente conlleva el hecho de pertenecer a uno u otro sexo.
- Y, por fin, la identidad de género: que es la convicción esencial que tiene cada cual de pertenecer a uno u otro género.
- Y ya, para acabar de arreglarlo, tenemos la orientación sexual, que va a su p.. bola

  :(((( Sí­: soy de ciencias; necesito definir conceptos   :-[

Entonces... en el caso concreto de la transexualidad, según lo que he leí­do (y repito que no sé si lo he entendido bien):

- @GrimUrsa la entiende como identidad de género, o sea, que la persona nace con un sexo determinado por la naturaleza pero siente que pertenece a otro género -a otros dejo las investigaciones del cómo, el por qué, etc.. -

- y @Átropos según el ejemplo utilizado (que, como suele pasar con todos los ejemplos, clarifican unas cuestiones pero dejan sin resolver muchas otras), la situarí­a en la biologí­a?? es decir, que sean cuales sean las gónadas con las que nace el sujeto hay algún componente biológico opuesto que determina su identidad de género??


Ains, la verdad es que tení­a muchas preguntas al respecto, pero con tanto esfuerzo por definir y sintetizar pensamientos ajenos ;)  se me han olvidado. De todos modos, no sé si parto de planteamientos correctos así­ que... mejor espero y a ver si vuelve la musa

Si no suena el teléfono, soy yo ;)

cozumel

Cita de: Crepúsculo en Diciembre 09, 2014, 20:58:58:37 PM
La feminidad y la masculinidad se manifiestan en la actitud y en la apariencia. Y sí­, siento decirte que el maquillaje y los complementos suelen formar parte de la feminidad, pero también la actitud. Yo no he visto a ningún hombre heterosexual pintado y con complementos. Y dudo mucho que exista.
Lo que sí­ hace relativa la cuestión del estereotipo sexual son casos como que un hombre se quiera cuidar poniéndose cremas. Eso no le resta masculinidad. Conozco de cerca algún caso de hombre que se cuida y tiene su novia y está muy enamorado de ella. Pero tiene apariencia y actitud masculinas a pesar de cuidarse.
Puedes ser muy femenina en apariencia y gustarte las mujeres o tener formas masculinas y gustarte los hombres, o tener una apariencia muy natural, sin maquillaje y sencilla, con unos vaqueros y una camiseta o jersey (ahora en invierno) y ser muy femenina.
Conclusión: todo es relativo. Pero sí­ hay una distinción de género, si no, ¿por qué hay hombres y mujeres? Existen unas caracterí­sticas propias de cada sexo que los diferencian por naturaleza. Y eso nadie lo puede cambiar, al menos, no de forma natural.
Los estereotipos los marca la sociedad, no yo. Y, aunque a veces una persona se puede dejar arrastrar consciente o inconscientemente por estereotipos (todos somos humanos), trato de evitarlos.
Respeto tu manera de expresarte, pero creo que lo de vomitiva sobraba.



smilie-pequeño95
«Estamos aquí­ para desaprender las enseñanzas de la iglesia, el estado y nuestro sistema educativo. Estamos aquí­ para tomar cerveza. Estamos aquí­ para matar la guerra. Estamos aquí­ para reí­rnos del destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al recibirnos.»
»•Charles Bukowski--

GrimUrsa

@Tuyi : Muy bien sintetizado. He aquí­ el debate.

@Átropos :
Mi proyecto de fin de carrera y mi proyecto de ciclo de doctorado versaban sobre teorí­a de género. Mis estudios de caso fueron todos de transexualidad. He conocido a muchos hombres y muchas mujeres transexuales, he compartido muchas horas con ellas y ellos, he ido a reuniones de su asociación, les he entrevistado y les he escuchado hablar, les he visto transicionar y hacer sus vidas, la mayorí­a muy difí­ciles y muy valientes, acompañadas de un sufrimiento que es totalmente innecesario, causado sólo por la crueldad y el miedo de los demás. La transexualidad es un tabú tan profundo en nuestra sociedad que llama necesariamente la atención sobre la condición de esencia y fundamento estructural del género. Nos indica que el género es una de las partes del esqueleto de nuestra cultura.

Cita de: Átropos en Diciembre 10, 2014, 12:20:20:03 PMSi ser mujer, según tú, es un resultado de un aprendizaje cultural o una construcción social no tendrí­a por qué realizarse necesariamente en un cuerpo femenino (o masculino en caso de ser hombre)
Y en efecto eso mismo es la transexualidad: el caso de una persona que ha nacido macho y desarrolla una identidad de género femenina, o que ha nacido hembra y desarrolla una identidad de género masculina.  Me limito a repetir lo que ya he dicho antes. Ninguna clase de socialización es perfecta. A las que nacemos hembras nos enseñan a ser niñas y la mayorí­a lo asumimos, pero algunas no. A los que nacen machos se les enseña a ser niños y la mayorí­a lo asumen, pero algunos no.

A menos que alguien me lo pida explí­citamente no voy a hablar del caso que me citas sin decirme quién narices es ese David ni cuáles son tus fuentes. No dudo que es el primer paciente del doctor John Money, porque es EL caso célebre con que se habla de este tema. Sí­ quiero repetir, como le dije a Crepúsculo, que este tema se ahorca a sí­ mismo con la soga de los ejemplos:

Cita de: Átropos en Diciembre 10, 2014, 12:20:20:03 PM
Cuando pasó el tiempo David tendí­a a comportarse como un chico, orinaba de pie, sentí­a atracción hacia el sexo femenino... no sintiéndose cómodo con su sexo

Por tanto, Atropitos querida, ¿me estás diciendo que la atracción por el sexo femenino es un indicador válido de una masculinidad biológica subyacente? ¿Tú te das cuenta de la cantidad de conclusiones bestias que yo me puedo liar a sacar con la frasecita de marras? ¿Aún no te queda claro el tremendo montaje ideológico que es todo esto?
Mens sana in corpore insepulto

Átropos

Grimursita querida ¿es que acaso el hecho de sentir atracción hacia el sexo femenino no es una tendencia masculina? Vamos, que no lo digo yo, es estadí­stica pura. Si el principio es biológico o cultural lo desconozco, sólo cité el ejemplo de David, que como he dicho antes, el hecho de que fuese biológicamente niño condicionó su conducta. Claro, puedes sacar las conclusiones que quieras.
"Everything is political when you're a woman"

Átropos

Cita de: Tuyi en Diciembre 10, 2014, 14:13:13:11 PM

- @GrimUrsa la entiende como identidad de género, o sea, que la persona nace con un sexo determinado por la naturaleza pero siente que pertenece a otro género -a otros dejo las investigaciones del cómo, el por qué, etc.. -

- y @Átropos según el ejemplo utilizado (que, como suele pasar con todos los ejemplos, clarifican unas cuestiones pero dejan sin resolver muchas otras), la situarí­a en la biologí­a?? es decir, que sean cuales sean las gónadas con las que nace el sujeto hay algún componente biológico opuesto que determina su identidad de género??

Bueno, yo lo que vengo a defender es que hay un factor biológico innegable (que trabaja junto con otros factores sociales y culturales) que determina el género o tu identidad sexual, y parto de una realidad fí­sica y material que es el dimorfismo sexual, una tesis cientí­fica admitida prácticamente por todos los biólogos, un hecho biológico, vaya, no un discurso. Grimursa lo que defiende es que el género es única y exclusivamente un constructo social y cultural, independientemente de si tienes colita o agujerito, que como discurso está bien, pero cientí­ficamente no hay por donde cogerlo (que ahora es cuando Grimursa viene con sus pensamientos postmodernistas a decirme que la ciencia no se acerca más a la verdad que cualquier otra "lectura") pero bueno, ahí­ ya no voy a entrar a debatir.
"Everything is political when you're a woman"

Tuyi

Pero... ¿no podrí­a haberse dado el caso de que David quisiera recuperar su sexo original, de hombre, pero se sintiera atraí­do hacia otros hombres??
O, rizando más el rizo, que se hubiese encontrado a gusto dentro del  cuerpo que tení­a en ese momento, pero desease a otras mujeres??

Las estadí­sticas son claras pero el elemento "orientación sexual",¿¿ no estarí­a al margen de tendencias, culturas o biologí­a???
Si no suena el teléfono, soy yo ;)

renaTa

Piiiiiiiiiiiitas, piiiiiiiiiiiiiitas, piiiiiiiiiiiiiiitas.... a echar de comer a las palomas a filosofí­a...

No se me vayan por las ramas, y no me utilicen estereotipos ni tópicos para intentar hablar de los estereotipos sobre el lesbianismo... plis...


Cita de: Tuyi en Diciembre 11, 2014, 16:17:17:28 PM

Las estadí­sticas son claras pero el elemento "orientación sexual",¿¿ no estarí­a al margen de tendencias, culturas o biologí­a???

Ahí­ tuyi, recogiendo la esencia del hilo...
En vista de lo visto me desvisto, me desnudo a mí­ misma y me mantengo, me encanta este tener lo que no tengo.
Gloria Fuertes

Báthory

Molarí­a, así­ no habrí­a diferencias. Y llamarí­amos a nuestra pareja "ente al que amo, no más".
"Fratriarcado es también toda defensa que las mujeres realizan de los pactos entre varones, sin reparar en que ellas no están incluidas." Rosa M. Rodríguez Magda

Neila

Tiempo atrás ver a una mujer con pantalones era como ver un engendro del demonio, un hí­brido sexual que rompí­a con todos los esquemas, habí­a que tener cuidado con ella pues se la consideraba un peligro social, hoy es la prenda que más usamos las mujeres sin que nadie cuestione por ello tu feminidad. Los complementos que usamos para poner de relieve nuestra condicion de mujeres son sí­mbolos, y como todos los sí­mbolos, son producto de la cultura que los crea y los destruye.

Que hay una esencia "sexual" de mujer en nuestra genética que procede de nuestra herencia filogenética para mí­ es incuestionable, y un hecho cientí­fico estudiado, que se resume en esto: el macho domina y la mujer se somete para ser penetrada y gracias a esto que nos hemos venido reproduciendo hasta la fecha. Las fantasí­as femeninas de ser violadas y obligadas a tener sexo por la fuerza son un recuerdo, una impronta en nuestro cerebro más primitivo de estas prácticas habituales en la prehistoria, cuando no existí­a el sexo consensuado y la hembra tuvo que desarrollar mecanismos de defensa para afrontar esa situación, colaborando y preparándose fisiológicamente para la envestida, así­ se desarrolló nuestra sexualidad. A partir de ahí­, todos lo demás planos que constituyen nuestro ser que no son lo biológico, como la psicologí­a, lo social (los roles sexuales son producto de estos últimos), lo cultural... está atravesado por ese cariz biológico primitivo, por más sofisticado que parezca, y por más diversidad de formas que revista en el fondo obedece a lo mismo, la sumisión de la mujer y el mantenimiento del control o el poder por parte del hombre.

Todo lo demás me parece secundario, incluso nuestros conceptos de identidad sexual (los animales no se complican la vida con eso) y nuestros gustos particulares a la hora de enamorarnos o de meternos en la cama con alguien, los cuales pueden estar determinados por muchos factores: hormonales, psicológicos....         


Neila

Un interesante enlace sobre los misterios de la sexualidad femenina.

https://pacotraver.wordpress.com/2013/10/18/el-misterio-de-la-excitacion-sexual-femenina/

Seguramente es Meredith Chivers la especialista en sexualidad humana que más sabe de sexualidad femenina y cuyos trabajos han servido de base para que Pere Estupiñá componga este libro de divulgación sobre el tema.

Lo cierto es que la sexualidad humana sigue siendo una gran desconocida, llena de tópicos y de lugares comunes, pero afortunadamente cada vez se acumulan evidencias experimentales sobre esta cuestión, algunas de las cuales son muy intuitivas y otras bastante contraintutivas. Por ejemplo suele decirse que las mujeres son monógamas y están poco interesadas en el sexo, cosa que solo es verdad en parte puesto que la verdad completa del asunto es que la sexualidad femenina es profundamente contextual y plástica.

Y sobre todo dependiente del ciclo vital, de la pareja y del narcisismo, entendiendo como narcisismo a aquello que nos autoafirma y ya todo el mundo sabe que el narcisismo femenino tiene que ver con el potencial de deseo que sea capaz de desencadenar en su pareja. Ser deseada es sexy y estimulante para cualquier mujer..

La idea fundamental es que las mujeres responden a una mayor parte de estimulos en comparación con los hombres, algo que Baumeister ya habia publicado en forma de una teoria: «la teoria de la plasticidad erotica» en la mujer que explica no solamente la respuesta sexual sino otras cuestiones no tan obvias de su repertorio sentimental.

Los hombres solemos tener una sexualidad más repetitiva, rigida, con gustos que no cambian con el tiempo, mientras que las mujeres parecen adaptarse a una amplia gama de estimulos y de preferencias, son por asi decir más versátiles. Algo de lo que ya hablé en este post, a propósito de los distintos efectos que los abusos sexuales procuran dependiendo del sexo y que se extiende a las primeras imágenes sensoriales excitantes, algo que ha venido en llamarse «la impronta sexual»: los hombres parecen quedar atrapados en sus primeras imágenes placenteras de excitación infantil, lo cual interesa para explicar ciertas conductas como las parafilias de las que ya hablé aqui a propósito de la prevalencia casi absoluta para los hombres.

La genitalidad.-

La mayor parte de las personas y sobre todo los hombres asocian sexualidad y genitalidad, lo cual significa que para un hombre es bastante dificil de imaginar el sexo en ausencia de satisfacción genital. Un coito acaba siempre con la penetración y la eyaculación con independencia de los preliminares que se usen antes o durante el acto sexual.

Sin embargo las mujeres son menos genitales que los hombres y lo más interesante es que en ellas parece existir una especie de disociación entre la excitación genital y la mental.

Esto es lo que se deduce del experimento de Chivers y Timmers (extraido de la web de Pablo Malo):

Se mostraron a hombres y mujeres- homo y heterosexuales- una serie de pelí­culas donde habí­a actividad sexual chico-chica, chico-chico, chica-chica, un hombre masturbándose, una mujer masturbándose, una chica haciendo ejercicio, un hombre atractivo paseando por la playa y»¦bonobos teniendo relaciones sexuales. Los investigadores medí­an la respuesta de excitación ante estas pelí­culas de dos maneras: objetiva y subjetiva. En cuanto a la medida objetiva, los sujetos estaban sentados a una silla y en los hombres se utilizaba pletismografí­a peneana para ver el aumento del diámetro del pene, y en la mujer fotopletismografí­a  vaginal, que mide el aumento de vasocongestión en el epitelio vaginal. Se les daba también un instrumento en el que podí­an marcar lo excitados que ellos se sentí­an subjetivamente.

Los hombres respondí­an de una manera que Chivers llama especí­fica de categorí­a. Es decir los hombrres heterosexuales se excitaban subjetiva y objetivamente al ver escenas heterosexuales y entre lesbianas y al ver a mujeres masturbarse o ejercitarse. Los hombres homosexuales al ver escenas homosexuales y el resto de escenas según su preferencia sexual. Ni los homo ni los heterosexuales respondieron al sexo entre bonobos. Las puntuaciones objetivas y subjetivas concordaban perfectamente. Es decir, en los hombres sus mentes y sus genitales están de acuerdo.

¿Pero, qué pasa en las mujeres? Pues la cosa es totalmente diferente. A pesar de que las mujeres se declararan homo o heterosexuales mostraban todas ellas una fuerte respuesta genital con todo tipo de escenas, fueran hombres con hombres, hombres con mujeres o mujeres con mujeres. Respondieron mucho más a la mujer haciendo ejercicios de estiramiento que al hombre desnudo paseando y su flujo sanguí­neo aumentó claramente (aunque menos que con el sexo humano) al ver las escenas sexuales entre bonobos. Además, en el caso de las mujeres -sobre todo las heterosexuales- la mente y los genitales parecí­an no pertenecer a la misma persona, no habí­a concordancia entre lo que ellas decí­an subjetivamente y lo que marcaba el fotopletismógrafo. Durante las escenas de lesbianas las mujeres decí­an que no se habí­an excitado pero sus vaginas indicaban lo contrario. Viendo sexo entre hombres homosexuales informaron también de menos excitación que la real y viendo relaciones heterosexuales informaron de mucha más. Entre las voluntarias lesbianas las dos lecturas convergí­an cuando las escenas eran entre mujeres, pero cuando habí­a solo hombres en pantalla las lesbianas decí­an que sentí­an menos excitación de la que marcaba el aparato. Subjetivamente tanto las mujeres homo o heterosexuales decí­an que no habí­a excitación y ya hemos comentado que sí­ la habí­a.

Hay pues una discordancia entre lo que dice el cuerpo y lo que dice la mente de las mujeres (y -añado yo- también en los hombres)

Por ejemplo, un hombre puede sentirse muy atraido y excitado con una mujer y no tener erección (algo que se categoriza como disfunción eréctil) o puede estar en desacuerdo moral con algunas de sus excitaciones y reprimirlas o sepultarlas en algún lugar de su cerebro.

Sigo con la exposición de Pablo Malo:

Pero antes de pasar a las posibles explicaciones vamos a ver el segundo hecho misterioso de la sexualidad femenina. En su experiencia como terapeuta de mujeres que habí­an sufrido asalto sexual y violación, Chivers se ha encontrado casos no solo de excitación sexual, sino incluso de orgasmo, y cómo las mujeres contaban estas respuestas fí­sicas. Por otro lado, según otros estudios, entre un tercio y más de la mitad de las mujeres tienen fantasí­as sexuales (a menudo durante las relaciones sexuales) de violación, o de algo muy parecido: empleo de la fuerza sobre ellas, sometimiento en contra de su voluntad, intoxicación y cosas parecidas. Una de cada 10 mujeres fantasea una vez al mes con ser asaltada sexualmente.

Lo cual nos lleva de cabeza hacia una consideración: todas estas evidencias experimentales no pueden entenderse sin tener en cuenta un viejo concepto ya casi olvidado: el de inconsciente.



http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-11-09/las-fantasias-sexuales-mas-comunes-que-desean-ellas-y-que-desean-ellos_434352/

Emparejados, solteros, casados o arrejuntados, el estado sentimental nada tiene que ver con las escenas pasionales que generamos y visualizamos en nuestra mente. Deseos carnales imaginados que soñamos se hagan realidad: ¿o no?

Según un estudio sobre las fantasí­as sexuales llevado a cabo en la Universidad de Montreal, parece que, al menos en el caso de las mujeres, no es así­. Mientras que los hombres son más propensos a hacer realidad estos sueños, las mujeres prefieren que se quede en su mente.

Para llegar a esta y otras conclusiones, contaron con una muestra de 1.500 adultos (mitad mujeres y mitad hombres) a los que hicieron cuestionarios sobre su vida sexual con el objetivo de conocer algunas de las fantasí­as sexuales más comunes  así­ como detectar aquellas excesivamente fuera de lo común.

Los hombres a menudo desearí­an poder ver a sus parejas tener relaciones con otras personas o practicar sexo con otra mujer

Anna Hodgekiss recoge en el Daily Mail algunas de las principales conclusiones que se deprenden de la investigación. Entre ellas, que imaginar y desear relaciones fuera del matrimonio se sitúa como una de las fantasí­as más comunes en ambos sexos o que las de las mujeres están relacionadas con la sumisión y sentirse deseas.

Diferencias entre hombres y mujeres

Mientras que las fantasí­as sexuales femeninas suelen estar protagonizadas por sus propias parejas, «los hombres suelen fantasear más acerca de las relaciones extramaritales». Así­ lo explica Cristiano Joyal, principal autor del estudio, quien destaca que los hombres suelen coincidir en «soñar» con tener relaciones con personas diferentes a sus parejas.

No sólo eso, mientras ellas suelen asociar sus fantasí­as a situaciones de sumisión y dominación (entre un 30% y un 60%, según la investigación), los hombres a menudo desearí­an poder ver a sus parejas tener relaciones con otras personas o practicar sexo con otra mujer. 

«Los hombres tienen más fantasí­as y los describen con mayor intensidad que las mujeres», explica Joyal, y entre ellas no falta el clásico: hacer un trí­o con dos mujeres.

Las mujeres en general distinguen claramente entre la fantasí­a y el deseo

Por su parte, las de las mujeres «parecen estar asociadas con conseguir un mayor nivel de satisfacción» en situaciones en las que ellas son el principal objeto de deseo (el éxito de Cincuenta sombras de Grey no es casual).

Ellas no quieren que se hagan realidad

Es curioso que, según los resultados del estudio, mientras a la mayorí­a de los hombres les encantarí­a que sus fantasí­as se hiciesen realidad, las mujeres prefieren que estas escenas deseadas e imaginadas se queden en su mente.

Joyal explica que esto se debe a que «las mujeres en general distinguen claramente entre la fantasí­a y el deseo». Son conscientes de que algunas de esas «pelí­culas mentales» podrí­an no ser del todo agradables si se diesen en la vida real ya que muchas están relacionadas con situaciones de subordinación descontroladas (como, por ejemplo, ser dominadas por un desconocido).

Tal y como observaron al realizar el estudio, «las mujeres que expresaban fantasí­as sexuales de sumisión más extremas, especificaban que no querí­an que se hiciesen realidad», dice el autor. 

Fantasí­as inusuales

Otro de los objetivos de la investigación era determinar algunas fantasí­as sexuales desviadas más relacionadas con las parafilias (entendidas como una «intensa excitación sexual ante la idea de practicar sexo con objetos, situaciones o individuos atí­picos»)

Sin embargo, los resultados de sus encuestas demostraron que «hay más fantasí­as comunes que atí­picas». La cantidad de parafilias confesadas era mucho menor que aquellos deseos coincidentes como la sumisión en el caso de las mujeres, las relaciones fuera del matrimonio o el menage a trois. 

Como explica Joyal, «sólo unas pocas pueden ser consideradas estadí­sticamente raras, inusuales o atí­picas». Está claro que las fantasí­as sexuales de cada uno son diferentes, pero el estudio concluye que, al final, coincidimos en caer en tópicos y lugares comunes.

Me quedo sobre todo con la frase "la sexualidad femenina es profundamente contextual y plástica" y que las mujeres denotan excitación a un mayor número de estí­mulos eróticos que los hombres, y que de hecho aunque racionalmente negaran sentirse excitadas ante escenas de sexo entre mujeres las pruebas indicaban lo contrario, y en el caso de las mujeres lesbis decí­an no sentir excitación ante escenas de cuerpos masculinos cuando lo cierto era que sí­ la sentí­an. Si no fuera por los tabús socioculturales, la sexualidad humana serí­a mucho más versátil y variada que la que adoptamos por sumisión a las reglas sociales establecidas. Es la conclusión que saco. 

Nubak

Cita de: Tuyi en Diciembre 10, 2014, 14:13:13:11 PM
Hoy estoy especialmente torpe. Así­ que voy a intentar poner mis pensamientos/dudas por escrito a ver si me aclaro:

- Por una parte está la biologí­a, que nos asigna un sexo concreto: macho/hembra
- Después está el género: masculino/femenino (hombre/mujer) que hace referencia a lo que socialmente conlleva el hecho de pertenecer a uno u otro sexo.
- Y, por fin, la identidad de género: que es la convicción esencial que tiene cada cual de pertenecer a uno u otro género.
- Y ya, para acabar de arreglarlo, tenemos la orientación sexual, que va a su p.. bola

Ya me estaba viendo teniendo que hacer un mapa conceptual para enterarme de algo ......... eso que me has ahorrao, te debo una caña ... o dos ...

Tuyi

Alguien ha dicho que me debe una caña??? :o
Si no suena el teléfono, soy yo ;)

Neila

Para mí­ si hay "tendencias" diferentes según el sexo (en cada persona al ser única se dará en un grado mayor o menor) que han sido producto de la selección sexual y genética existente a lo largo de miles de generaciones. Como antes expuse nuestra sexualidad es ya en sí­ misma resultado de un proceso de dominación/sometimiento en el que la mujer entró a cambio de beneficios/ventajas para sobrevivir en épocas prehistóricas. No creo que el machismo sea solo cultural, el machismo está arraigado en la misma biologí­a y se traslada luego a lo social. El macho se hací­a con la hembra "sometiéndola a la fuerza" y si ésta era apta para ello se volví­a más "deseable" para el macho. El sexo con violencia en tiempos remotos era una manera de seleccionar inconscientemente a las hembras más receptivas para la sumisión, y al ser las más elegidas por los machos dominantes fueron siendo seleccionadas y transmitieron esa caracterí­stica a su descendencia.

Siempre me ha llamado la atención la facilidad que tienen las mujeres para aceptar/asumir el dolor y la sumisión con toda normalidad, y no creo que sea casual, ni algo cultural al 100%, creo que mucho de eso es algo ya genético. Desde luego que no me imagino a los hombres vistiendo burkas o vendas que les constriñan sus órganos sexuales y estén tan panchos, cosa que si se da en las mujeres, que muy a menudo son ellas mismas las fanáticas religiosas que se obligan a llevarlos. No soy de esas feministas que ven en los hombres los culpables absolutos de todos sus males, no, yo no me ciego a ver cosas tan obvias como que hay muchas más mujeres dispuestas a defender con uñas y dientes su libertad de ser serviles al marido antes que la igualdad de sexos. Y tengo muy claro que si no hubiera sido porque en un momento dado de la historia, algunas mujeres, muy pocas (no sabemos por qué) se rebelaron en esta parte del mundo contra el sometimiento al que fueron reducidas por una sociedad que nada más las valoraba por su rol de madres/esposas estarí­amos ahora como las afganas, vistiendo burka y tan a gusto.

Existe una idea superextendida por ahí­ cuando preguntas quién es más machista el hombre o la mujer? Y una cosa curiosa, independientemente de su sexo casi tod@s contestan LA MUJER, y te quedas k.o, pero si lo piensas bien, acaso no es cierto que si el machismo se ha transmitido de generación en generación es en parte porque la mujer así­ lo ha aceptado (y además transmitido a sus descendientes)? Es obvio.   

Yo veo esto de los sexos parecido a la diferencia de razas. Existen diferencias genéticas que han sido ocasionadas por la adaptación a los diferentes hábitats (aunque si dices esto por ahí­ probablemente te cuelguen del palo mayor, por esto de lo politicamente correcto, aunque luego todos lo pensemos) PERO eso no quita para que si a un negro lo sacas de su hábitat en la selva africana y lo llevas a vivir en Nueva York no pueda adaptarse a los nuevos requerimientos. Con las mujeres pasa lo mismo. Hemos sido seleccionadas para el papel de madres y cuidadoras de la familia y hemos desarrollado unas capacidades, habilidades y cararcterí­sticas propias de esta función, que sí­ es verdad que se dan en una gran mayorí­a de mujeres (en mayor o menor grado, y hasta qué punto es producto de lo innato o de la educación no podremos nunca saberlo, pero diferencias, de haberlas haylas). No se trata de estereotipar a un género pero de la coincidencia de una mayorí­a si se pueden inferir cosas.

Por otra parte, la genética no es nada por si sola, si el entorno no hace activar esos genes no habrí­a fenotipo (manifestacion externa del genotipo) por lo que yo defiendo que el género es una invención producto de una ideologí­a cultural que se llama patriarcado. Alguien duda de que existe el patriarcado hoy en dí­a y que tiene tanta vigencia hoy como la tuvo hace milenios? Y si contestárais que no, por qué sigue habiendo machismo en la sociedad y no se ha logrado la igualdad de facto (no de derechos)? Por qué seguimos rigiéndonos por roles y estereotipos de género? A quién beneficia eso?

No cuesta nada otorgar la igualdad legal de derechos si éstos no van a materializarse nunca desde el momento en que nuestras propias limitaciones introyectadas por una educación sexista (que hace apologí­a de la diferencia de sexos), va a limitar/impedir nuestro desarrollo total como personas por el hecho de pertenecer a un determinado genero. No es que la sociedad nos imponga trabas ni techos de cristal, el problema es que las trabas ya nos las ponemos nosotras de entrada (por ejemplo, al priorizar el rol de mujer/madre, que por cierto es bastante machista por encima del profesional). No se trata de convertir a las mujeres en hombres, como de forma estúpida distorsionan algunos el verdadero sentido del feminismo, sino de que el sexo con el que se nace no determine/condicione a priori ninguna caracterí­stica, que las diferencias sean por personas y no por géneros.

Por tanto, nacemos y nos hacemos mujeres, las condiciones ambientales también influyen. Las diferencias entre sexos existen y son producto de la mezcla de la genética más el ambiente.

Una cosa es el sexo (concepto fisiológico) y otra el género (concepto sociocultural). Hasta qué punto interiorizamos  el rol? si interiorizamos el rol de hombres nos sentiremos hombres y si interiorizamos el de mujeres, pues mujeres. La identidad de género es algo que afecta al género y si se da conflicto entre el sexo con el que se nace y aquél género con el que te identificas entonces se da el caso de una persona transexual. No es necesario ser transexual para que se de el conflicto con el género que la sociedad te adjudique, por ejemplo, tú puedes rebelarte contra el género que la sociedad te adjudica por el hecho de ser mujer y seguir siendo y sintiéndote mujer sin tener por ello conflictos psicológicos, pero otra puede llegar a rechazarlo hasta el punto de sentir desagrado extremo por todo lo que sea y signifique ser mujer, y desear sentirse más del otro sexo. Y por último está la orientación sexual (que no tiene nada que ver necesariamente con factores socioculturales o imperativos biológicos).

No veo incompatible reconocer la selección biológica del género que se ha hecho hasta hoy (y yo añadirí­a "a fin de lograr caracterí­sticas aptas para la dominación del hombre/sometimiento de la mujer") con el hecho de reconocer que el género es un concepto cultural que hace apologí­a del sexismo y la diferencia de géneros. A quienes no logro comprender es a las feministas "de la diferencia" que defienden la diferencia de géneros sin ver en ello influencia ideológica alguna, como si el género no fuera ya de por sí­ opresivo y como si lo "natural" y lo cultural no fueran siempre unidos, me parece bastante absurda esa defensa, una contradicción en términos porque el feminismo no puede aceptar nunca diferencias por géneros, de lo que se trata es precisamente de lo contrario, de impedir que por pertenecer a determinado género se te adjudique "a priori" algo que te determine y condicione. Que me parece muy bien que haya mujeres que prioricen su vida familiar y de pareja por encima de su carrera profesional, pero que lo hagan porque de verdad quieren no porque se las ha seleccionado y adiestrado para ese papel, que es lo que ha sucedido hasta el dí­a de hoy (aunque ahí­ están esas mujeres excepcionales que han sabido labrar su propio destino como Margaret Thatcher, Golda Meir..., pioneras de la verdadera igualdad, y curiosamente, nada feministas).