Ayer estuve teniendo la tí­pica conversación con amigos sobre parejas y eso. Salió el clásico tema de los gustos: si da igual tener los mismos gustos o no, o en realidad para que una relación pueda tener una base sólida hace falta tener gustos en común.

Yo realmente pienso que a la hora de la verdad, da igual. Creo que lo primordial es tener la misma forma de ver la vida y de entenderla. Sí­ que es cierto que ayuda tener bastantes cosas en común para poder hacer esas cosas juntos, pero realmente pienso que no es algo determinante. Ellos dijeron que es un peligro no tener nada en común a la larga, porque puede que tu pareja conozca a alguien que sí­ tenga los mismos gustos que ella y pueda haber cierto peligro de que te deje o pase algo.

Sinceramente, yo no sé qué pensar del todo. Los lí­os que he tenido y la pareja que tuve, no tení­amos casi nada en común, excepto alguna cosa puntual. Y nada de esas cosas acabaron mal precisamente por no compartir gustos.

Así­ que bueno, ¿qué opináis?, ¿gustos similares ayudan o dan igual?, ¿gustos dispares queman la relación de pareja o no afectan en absoluto?

Yo no creo que los gustos dispares quemen la relación, al contrario. Lo que quema la relación es hacer que tu pareja dedique su tiempo libre únicamente a cosas que podáis hacer juntas y que disfrutéis las dos.
El otro dí­a una amiga que acaba de romper con su novio me contaba que acababa de apuntarse a un equipo de Softbol y estaba encantada.
- Y por qué antes no lo hací­as?
- Porque viví­a con Javi.
- Oo

Para mi tener una relación no significa tener que compartirlo absolutamente todo, es más, me encanta ver a mi pareja en su salsa con cosas que a mi en general me la traen al pairo.

Cita de: Cleia en Mayo 01, 2016, 14:33:33:16 PM
Para mi tener una relación no significa tener que compartirlo absolutamente todo, es más, me encanta ver a mi pareja en su salsa con cosas que a mi en general me la traen al pairo.

Exacto! Estoy de acuerdo con esto

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Creo que no se trata de tener cosas en común o no, ni siquiera de ver la vida igual, sino más bien de respetar el espacio de la otra persona y de compartir sin imponer la visión de cada uno, la imposición de ideas es lo que creo que es una de las cosas que va quemando una relación. ¿Pero que a una le guste las pelí­culas románticas y a la otras las de terror violenta, o que a una le guste bailar y a la otra no? Eso no.

estoy 100% de acuerdo, ya esta respondido el hilo jajaja pues si hay que respetar y hacer cosas que gusten a ambas personas

sacrificar un poquito dejando que una persona haga algo que le gusta y así­, que se pueda sacar tiempo para estar

Para mí­, los gustos en común son solo un potenciador de la relación, pero nada más. El hecho de no tenerlos no te convierte en alguien incompatible con tu pareja, porque si algo he aprendido con los años es que da igual lo que pienses, lo que hagas, etc. Si de verdad alguien te gusta, a veces la cabeza tiene muy pocas cartas que jugar en ese aspecto. Y las emociones hablan por sí­ solas, sin tener que ver si te gusta Pink Floyd o Madonna, eso es algo muy secundario para mí­.

Los gustos no tienen que ser idénticos, pero mejor si van en la misma lí­nea. Los gustos en común facilitan la identificación y la sensación de afinidad. Ayudan a que el tiempo en común sea más fácil de planificar. Lo hacen todo más fácil. Las cosas son ya a veces bastante difí­ciles de por sí­.

Si hay en general una afinidad de gustos las áreas en que éstos sean diferentes son enriquecedores. La otra persona te da pie a conocer cosas nuevas y tener nuevas experiencias. Cuando una relación dura muchos años los gustos de hecho tienden a converger.

Desde mi punto de vista es necesario tener cosas en común. Lo llamo "cosas" y no "gustos" porque lo de menos son las afinidades particulares. Me refiero más bien a una base general para compartir el ocio, que no sea todo "soportar" veladas en que tengas que tragarte algo infumable o que te desagrada. Se comparten cosas y otras no, pero el balance tiene que ir en el sentido de compartir más que diverger, sobre todo cuando pasan los años y las pasiones se enfrí­an.