Cuando tienes experiencia (si, eso con que damos nombre a nuestros errores) has aprendido empí­ricamente que se sobrevive a las rupturas. Eso recuerdas. Pero te duele tanto que piensas si no será un error y que esta vez no sobrevives, como pasa con esos alérgicos que a la tercera picadura no lo soportan aunque las dos primeras la medicación funcionó. Seria mejor morirse, pero no, sobrevives y estas en carne viva esperando a ver cuando dejas de sufrir por el simple contacto con el aire.

Mi cerebro me recuerda que se sobrevive. Pero me pregunto si he desarrollado un modo equivocado de relacionarte en pareja que hará que se fastidie tu existencia encuentres a quien encuentres.

El tiempo es un bien escaso, y mi problema es que gestiono fatal mi tiempo de vida porque me tomo a la gente demasiado en serio. Concretamente tengo algún karma raro con los periodos de 7 años (como lo de las vacas flacas de la biblia) porque parece ser que me he especializado en relaciones de pareja de siete años, y antes de los ocho «the end». Ya me ha pasado dos veces. Fatal. Nadie tiene tanto tiempo para malgastar.

Se podrí­a decir que soy fiel y que creo en el compromiso, pero no, mi conclusión es que lo que eso significa que tengo un problema de insistencia patológica que tendrí­a que corregir.

Insistencia, porque todas esas cosas malas esenciales que acabaron fastidiando la pareja al final, cuando se tuvo que aceptar la evidencia de que esa persona «no es tu persona», se ven en los dos primeros años, que digo años, a menudo en el primer mes, sí­, cuando los ojos te hacen chiribitas y el estómago vuela cuando le das un beso. Cuando te parece que no hay problema con nada y el enamoramiento te hace sentir inmune a las balas.

Una amiga me decí­a que si lo mí­o era amor o es que me emperraba por mis cojones en las relaciones. No lo sé. Yo he estado con las dos personas que he estado por amor, y yo no podí­a renunciar a eso aunque hubiera disgustos con la pareja. Mi dinámica con las relaciones era pensar que las personas son diferentes y que tenemos defectos, o sea que debí­amos hacer un esfuerzo para encontrar un espacio común y entender el punto de vista del otro, y hacer tu parte, porque eso es el amor.  Cuando en mi vida de pareja habí­a cosas difí­ciles me poní­a en modo «ascensión de la montaña» y cuando al final yo veí­a que mi infelicidad era bastante continua, pensaba que si lo hablaba con mi pareja junt@s reorientarí­amos la situación. No sé de dónde saqué esa tonterí­a porque no me ha funcionado para nada. Me he hartado de hablar con paredes.

Conclusión. Una mierda. Que no hay que insistir en entender nada, porque la gente no cambia, si acaso de ropa y algunas ni eso. Que no hay que ponerse en el punto de vista de nadie, que la gente somos miopes de nacimiento y es perder el tiempo, no nos guiamos por principios racionales sino por traumas desconocidos que tenemos y que interaccionan. Lo más agradecido son las relaciones amistosas y superficiales en que nadie se crea con derecho sobre la vida del otro y en que puedas levantarte e irte a tu casa, porque  porque cuando comienzas con "que hemos encontrado el amor" entonces la gente se vuelve loca y hasta ahora todos los compromisos y sacrificios y meditaciones que he hecho no me han dado una vida mejor sino una muerte más lenta. Un vampiro te matarí­a más rápido. Y todo por no dejarlo en cuánto la gente se pone idiota. Que si, que será despecho, pero los seres humanos son agotadores.

Creo que este es un tema que nos toca a todas las personas. El amor siempre es algo harto complicado y complejo, aunque también creo que el ser humano lo complicamos todo con nuestros pensamientos y nuestra forma de hacer las cosas.

Las relaciones sentimentales no son fáciles. Se aprende de la experiencia y de meterse ostias, básicamente. Aunque conozco a un par de "afortunados" que besan el santo y tienen como mucho, una o dos parejas a lo largo de su vida, y se quedan con la segunda o directamente les va de puta madre con la primera.

Muchas veces echamos balones fuera, "es que la gente es una mierda, es que ay la gente, es que me he topado con cada elemento..." pero realmente, muchí­simas de esas veces nosotras mismas tenemos la culpa. Tú misma indicas que ya veí­as venir que eso no iba a funcionar, incluso en la etapa de las mariposas, y aun así­ decidiste tirar para adelante. Como cuando yo vi los continuos warnings y señales de danger antes de iniciar una relación seria con mi ex e hice caso omiso, porque pensaba que "el amor lo podí­a todo".

Y aprendes que no, que el amor no lo puede todo. Bueno, que sí­ que lo puede todo, pero que ante lo malo no puede hacer nada. Porque algo que genera sufrimiento, dudas, pavor, miedo o disgustos no es amor; eso es de todo menos amor. Y si una relación empieza bien pero empieza a dar dolores de cabeza y no tiene solución, muy a nuestro pesar se deja y a otra cosa. El corazón se cura, siempre; pero si se fuerza demasiado tarda mucho en hacerlo. Y eso es muy jodido.

Está claro que yo no puedo escoger de quién enamorarme, en cierto modo sí­ puedo escoger quién entra en mi vida o no, pero no puedo decidir quién me mueve algo dentro. Pero sí­ puedo decidir si esa persona me conviene o no y a partir de ahí­, quedarme a su lado. Todo lo que venga después de eso, es culpa nuestra.

En definitiva: cuesta encontrar a alguien válido como compañero sentimental, sobre todo si te han metido grandes ostias. ¿Pero hasta qué punto nos lo buscamos nosotras? Yo tengo muy clara una cosa, aunque sea algo radical: toda relación que me genere excesivos dolores de cabeza (tampoco todo va a ser siempre de color rosa) y malestar o no me aporte nada bueno, a tomar por culo. Hay demasiadas mujeres que te pueden hacer mucho bien.

Ojalá recobres la fe en el ser humano. Es difí­cil, pero piensa que tú también eres humana. Cree en ti y creerás en los demás. Y sino, siempre nos quedan los follisqueos sanos, con gente de confianza y que te respeta. Infinitamente mejor que irse con la primera Mengana que aparezca, sin duda.

Pues pese a lo triste que parece, me ha gusta el texto, porque relata una experiencia, que además se repite.
Me quedo con la frase que he marcado en negrita, porque es la que me parece importante.
Me gusta todo el texto, porque yo sí­ veo cambio.
La frase en negrita me harí­a hacerme a mí­ misma esa pregunta.
Aprender a veces es agotador, pero cuando echas la vista atrás, puede que un dí­a, ni te reconozcas.

Paara mí­ mis relaciones pasados no han sido una pérdida de tiempo. Ninguna, ni las heterosexuales. Todas me han aportado alguna cosa. De todas he aprendido alguna caso. Después de cada relación yo no he vuelto ha ser la misma de antes. Me he tomado la vida y la siguiente relación de forma diferente.

Ahí­ está el quid de la cuestión. En aprender. La vida es un continuo aprendizaje, aprendemos todos los dí­as al relacionarnos con los demás. Aprendemos de nosotras mismas. Al relacionarnos con las demás personas nos conocemos mejor a nosotras porque las demás personas nos devuelven cosas de nosotras, nos hacen de espejo, reaccionamos de cierta forma al contactar con otras personas y eso nos gusta o no nos gusta. Podemos cambiarlo si sabemos como reaccionamos. Si no nos gusta probamos a reaccionar de otro modo la siguiente vez. Ese es el aprendizaje. Y en pareja este aprendizaje es muchí­simo más potente, porque es muchí­simo más í­ntimo. Nos lleva a conocer cosas de nuestra propia intimidad que de otro modo no conocerí­amos.

Por eso para mí­ estar en pareja no significa que esa persona tenga necesariamente que estar conmigo el resto de mi vida. Con que me aporte un aprendizaje sobre mí­ misma me sirve ya de muchí­simo. no espero que mi pareja esté conmigo el resto de mi vida. Tampoco espero que no lo esté. Simplemente disfruto del camino que ando junto a ella. Disfruto de conocerla y de conocerme a través de ella. Creo que a este respecto los cuentos de final tipo: y vivieron felices y comieron perdices para siempre (después de la boda) han hecho mucho daño. Es precisamente cuando se inicia una relación cuando empieza la aventura. Que esa aventura dure más o menos depende de dos personas. Que aprendas más o menos solo depende de ti.

Hay una frase en la que empiezas hablando en primera persona y terminas hablando en tercera. Me resulta curioso. Es como si no fuera contigo, cuando es cosa tuya.

Pero me pregunto si he desarrollado un modo equivocado de relacionarte en pareja que hará que se fastidie tu existencia encuentres a quien encuentres.

Creo que es importante hablar con propiedad y ver que eres tu quien ha encontrado un modo de relacionarse en pareja que hace que se fastidie tu existencia (según tu) y no yo (en este caso como persona que lo está leyendo. Para mí­, para empezar a cambiar, es importante hablar con propiedad y adjudicarme a mi lo que es mí­o, y a otra lo que sea de otra. Eso cuesta mucho, pero es importante.

Para mi el tiempo es eterno, no tengo ninguna prisa por ser perfecta y por no equivocarme. Ni por encontrar a "la persona". ¿Estoy a gusto con mi pareja? Sí­, ¿es la mujer de mi vida o solo vamos a estar juntas un tiempo? ni lo se, ni me importa. Me importa ser feliz mientras esté con ella y que ella sea feliz mientras esté conmigo. Por supuesto que hay enfrentamientos y formas de ver las cosas diferentes. La cuestión es como se gestiona eso, si es desde el respeto y sin imposiciones, para mi están bien las diferencias.

Como dice Manolo Garcí­a: Todo es ahora mientras el largo camino se hace corto. No será nunca cuando corto camino se haga largo.

@Lesly...sólo es una errata al escribir "relacionarme". Todo el texto pretende expresar mis temores  sobre si hay algo que deba cambiar en mi que sea un obstáculo para ser feliz en pareja. Quisiera saber si hay algún error que no debiera cometer, si hay algo que no haya sabido ver. No se trata de creer que "vaya gente con la que me he encontrado" porque eso seria muy infantil. He estado con gente muy válida a la que quise mucho pero las cosas se acabaron torciendo porque comenzamos a querer cosas muy diferentes y no hubo manera de encontrar un espacio común.  Son dudas irracionales porqué la verdad es que si no fuera capaz de interactuar positivamente con las parejas que he tenido ni ellos ni yo nos hubiéramos dedicado tanto tiempo de nuestras vidas. Mis temores van más dirigidos al "Deberí­a dejarlo correr con más facilidad cuando surgen problemas?" . En fin. Da igual la respuesta porque siempre voy a hacer lo que me dicta el corazón, tengo que aceptarme como soy y ver cómo sobrevivo. Las relaciones son un ente aparte de las personas que las componen y estas en el baile y hay que bailar.

Cita de: Darkdevil en Marzo 14, 2016, 18:43:43:29 PM
@Todo el texto pretende expresar mis temores  sobre si hay algo que deba cambiar en mi que sea un obstáculo para ser feliz en pareja.
Aquí­ dirí­a que todas tenemos cosas que cambiar de nosotras mismas. Las situaciones en pareja, o con familia, o con y dónde sean, se dan para que nos demos cuenta y aprendamos.
Vamos, que considero importante lo que he marcado

Da igual (no pienso que de igual, es importante, todo lo que nos sucede tiene importancia para , en éste caso, tí­) la respuesta porque siempre voy a hacer lo que me dicta el corazón, tengo que aceptarme como soy y ver cómo sobrevivo (Aquí­ dirí­a que más que ver cómo sobrevives, ver verdaderamente cómo eres, y cómo actúas, o cómo te gustarí­a que eso se diera) . Las relaciones son un ente aparte de las personas que las componen y estas en el baile y hay que bailar. Aprendemos a bailar, bailando

Eso es vivir, en definitiva.

Yo creo que la que más y la que menos en algún momento de su vida ha decidido intentar algo con alguien que, por H o por B, en un principio no veí­a claro del todo, o lo veí­a a ratos. A veces resultan ser temores infundados, pero otras muchas (las más de las veces, seamos sinceras) si el rí­o suena es porque agua lleva. Las relaciones son en cierto sentido una cuestión de fe. Si sacas conclusiones precipitadamente y te echas atrás a la mí­nima señal de "peligro" (entiéndase el término en su sentido más amplio), puede que por inseguridades adquiridas a raí­z de traumas pasados te estés perdiendo algo que valga mucho la pena.

Pero una cosa es ponerse en "modo ascensión de la montaña" ante la adversidad ocasional y otra empeñarse en compartir la vida con alguien que por su forma de ser, vivir o entender las relaciones de pareja nos hace pasar continuamente temporadas en la cima del Everest. No es fácil, pero habrí­a que encontrar un equilibrio entre salir corriendo como un gamo a la vista del menor contratiempo y aguantar carros y carretas sine die, porque sí­, porque has señalado a esa persona como tu pareja y de alguna manera cedes, interiorizas que es lo que toca. Cuando el sentimiento de infelicidad junto a alguien se vuelve crónico suele deberse a un conjunto de múltiples actitudes o maneras sostenidas a lo largo del tiempo, incompatibilidades que no siempre se solventan hablando y que pueden surgir a los dos meses o a los siete años de conocer a esa persona, dependiendo de cómo sea vuestra situación y de la dinámica que llevéis. Ni que decir tiene que a lo largo de siete años puede ocurrir de todo (lo normal es que así­ sea) y que es bastante habitual que caminos que en un primer momento parecí­an destinados a ser uno solo, al llegar a un cierto punto evolucionen de forma natural y se conviertan en senderos divergentes.

Hacer lo que te dicte el corazón es muy humano y está bien, pero como ha apuntado Pipita en su mensaje, también está en nosotros la capacidad de decidir si elegimos o no a esa persona. No siempre nos enamoramos de quien más nos conviene y no por eso tenemos que tirarnos de cabeza al abismo y tragar lo que nos venga dado en nombre del amor. Con la divisa de "el amor todo lo puede" más de una y de dos nos hemos aferrado a relaciones dañinas, granjeándonos a largo plazo más disgustos y rencores que otra cosa. Acaso en esas dos experiencias que has tenido, @Darkdevil, las personas a las que "elegiste" no fueran las más adecuadas para ti. Eso no quiere decir que lleves a rastras un karma raro ni nada parecido, al fin y al cabo es durante las experiencias como se va haciendo la vida, sean buenas o malas. Seguro que esos catorce años emparejada te han servido para conocerte mejor a ti misma y aprender qué es lo que no quieres. A mi modo de ver al menos, el amor no debe ser necesariamente sinónimo de sacrificio, ni hay que plegarse siempre a todo para posibilitar que las cosas funcionen. A veces sólo es cuestión de que de pronto se cruce en nuestro camino alguien con quien las cosas sean no idí­licas, pero sí­ mucho más fluidas y fáciles de lo que solí­an serlo con el resto.

La relación más complicada que vas a tener en la vida es contigo misma, sin duda. Cuando cultivas esa relación entre tú, tu corazón y tu razón, aprendes a quererte, a aceptarte tal y como eres, a asumir defectos y perfeccionar virtudes; cuando aprendas a comprenterte, a sentirte y a amarte, entonces ya no requeriras ni de nada ni de nadie para ser feliz, precisamente porque el estar con alguien será una decisión que tú tomes por opción, no por necesidad, que son dos cosas bien distintas y que suelen confundirse. Si la relación que tenemos con nosotros mismos es compleja, tú imagí­nate ya al lado de otra mujer u hombre: las personas somos eso, complicadas, con nuestras circunstancias, nuestras maneras de ver la vida, etc. En suma: vamos a aceptar nuestra complejidad para, en caso de que así­ lo decidas, puedas aceptar también la complejidad de tu pareja y de las personas que nos rodean. Que somos seres humanos, no máquinas.

Precisamente he tenido un problema similar al tuyo: yo siempre he sido de relaciones estables, y cuando me he parado a analizar el por qué de una ruptura (si algo fallaba en mí­, si yo tení­a "la culpa" de que, a pesar de serle fiel o de comportarme con ella fetén era insuficiente) o el por qué esta mujer no quiere nada serio conmigo, me deprimí­a, a pesar de que, en sus propias palabras, "era la mejor opción"; eso sin contar con que hoy dí­a las tí­as están reventaditas, muy quemadas - a honrosas excepciones - y esa manera tradicional que tení­a de visionar las relaciones "chapada a la antigua" ya no tení­an cabida en mi esquema mental. ¿Adaptación al medio actual? ¿Resignación? ¿Engañarse a sí­ misma, o aún peor, traicionarse con tal de calentar la cama? Siempre he dado lo mejor de mí­ para nada, y llegó un punto en el que estaba empezando a sentirme mal, y no sólo mentalmente: empecé a desarrollar asco a las chicas porque después de tantas malas experiencias (hasta empecé a no sentir nada sexualmente cuando tení­a relaciones, es más, hasta admito que me sentí­a molesta y hasta me dolí­a cuando me tocaba porque relacionaba todo con el fracaso y que "no merecí­a disfrutar" porque algo fallaba en mí­), así­ que tuve que acudir a un especialista y ha dado en el clavo, que no puedo crear expectativas tan elevadas porque hay muchos tipos de amor y la gente miente con tal de conseguir sus objetivos, pero también hay gente auténtica que se deja llevar por sentimientos verdaderos, y por eso jamás podemos encerrarnos en el caparazón, porque podemos perdernos experiencias maravillosas, lleguemos lejos o no.

Actualmente, ando con una en plan folleteo, sin más pretensiones. Yo, que siempre aseguraba que jamás tendrí­a una amante sólo para follar y que pasaba de los rollos de una noche con una a la que acababa de conocer al rato (antes era más lenta, requerí­a confianza): ahora la tengo. Precisamente porque he dejado que todo fluya, me he dejado llevar, y claro que ella ha ayudado a mejorar mi autoestima (en el sentido de que he tenido suerte y no es una petarda que va a lo suyo: ha sido clara, tenemos claro lo que buscamos): hay mucho cariño y complicidad, incluso más que cuando estaba con alguna de mis parejas. Y nos conocemos lo justo. No creo que lleguemos más lejos: yo no me veoy con ella en el futuro, no es mi mujer ideal, no es con la que quiero pasar el resto de mi vida. Y sí­, yo aspiro a eso, pero mientras viene o no viene, voy a vivir. Qué coño. Y esto que antes me desconcertaba ahora lo asumo como normal: cada mujer es un mundo. Y no es algo que falle en mí­, o en la otra: es que somos universos también opuestos y completementarios a la vez.

7 años??? Puff..yo no paso de 2 ca28

Cita de: clea en Marzo 15, 2016, 15:49:49:43 PM
7 años??? Puff..yo no paso de 2 ca28

Ya somos dos, askjdfhlau Yo tres años, además con un chico, que con chica aún no ha surgido pero no llegarí­a a una semana si está muy loca (jajaja, estoy estereotipando mucho de broma).
Hablando en serio, aplaudo esa vida larga en pareja.

3 meses

Me vais a deprimir, coño, que la relación más larga que he tenido ha sido de cinco años... la que menos, tres meses :(

Pero tú aspirabas a relación, yo no. Se me fue de las manos  ertryw45

Qué poco romanticismo XD