Aquí­ os dejo algo que he encontrado por la red y que comparto con vosotras.

Para poder mantener una autoestima saludable es necesario vivir y actuar de manera coherente, sin desfigurar nuestra realidad para adaptarla según nuestros deseos o miedos. Una persona con alta autoestima mantiene una coherencia entre la persona que es en realidad y la persona que muestra a los demás. Se trata de no fingir sentimientos que no sentimos, de no actuar según rasgos de personalidad que no poseemos en realidad, de no camuflar nuestras emociones»¦

Comportarse de una manera falsa, intentando engañar a los demás y a uno mismo enseñando una imagen que no concuerda con la realidad, conduce a una baja autoestima, a valorar más las ideas de los demás que las propias y a vivir con la ansiedad constante de que puedan descubrir en cualquier momento cómo somos en realidad. Esto implica un rechazo a uno mismo y un miedo que nos hace buscar continuamente señales del rechazo de los demás, lo que conlleva por necesidad un descenso de nuestra autoestima.

La autenticidad a la que nos referimos no consiste en dar nuestra opinión aunque no nos la pidan, ni en expresar cualquier pensamiento o confesar todas las verdades. Consiste en diferenciar lo real de lo irreal, no falsear nuestra personalidad ni fingir ser otra cosa diferente de lo que somos.

Por desgracia, en nuestra sociedad se nos educa desde pequeños para ocultar nuestra personalidad. Se nos enseña a negar nuestros sentimientos, a rechazar nuestros sentimientos negativos, a reprimir nuestras emociones»¦ Por medio del ejemplo, aprendemos de nuestros padres o profesores a mentir y a no aceptar los errores. Poco a poco vamos creándonos un personaje que es el que mostramos a los demás.

Vivir de manera autentica es un proceso costoso y que muchas veces da miedo. Una persona autentica y coherente puede no gustarle a todo el mundo, pero sus relaciones son de mejor calidad que las de los demás. Como estas personas no valoran la opinión de los demás por encima de la propia, pueden despertar el rechazo o la envidia pero eso no les impide seguir comportándose tal y como son. Esta autenticidad hace que sean más felices consigo mismos y que, además, sus relaciones con los demás sean más profundas y satisfactorias.

Totalmente de acuerdo.
Ya lo decí­a Séneca: "Nadie puede llevar una máscara durante mucho tiempo".

Fingir ser lo que no eres -lo que te gustarí­a ser- es una decisión muy estúpida, puesto que más pronto que tarde todo se descubrirá. y quedarás peor. Es preferible intentar cambiar lo que no te gusta de ti y mientras tanto asumir lo que eres.

Yo pienso que no siempre somos iguales, que evolucionamos, que eso no significa ser falso.

Por ejemplo, que yo quiera mejorar fí­sicamente para gustar más a los demás no serí­a ser falso, seria adaptarme o evolucionar.

Cita de: lostgirlcadiz91 en Septiembre 15, 2015, 00:45:45:21 AM
Yo pienso que no siempre somos iguales, que evolucionamos, que eso no significa ser falso.

Por ejemplo, que yo quiera mejorar fí­sicamente para gustar más a los demás no serí­a ser falso, seria adaptarme o evolucionar.

Evolucionar para mí­ es ver que has cambiado cosas que ahora te hacen sentirte mejor contigo misma, y por lo tanto, como consecuencia, a gente que te rodea.

Si has cambiado fí­sicamente, y antes te sentí­as mal por ello, te llevaba a sentirte mal contigo misma alejándote de una paz interior, habrás evolucionado. Si por el contrario te sirve para otro tipo de cosas que no te lleva a esa paz, según mi opinión sigues en el mismo punto o incluso en el anterior.

Puedes fingir durante mucho tiempo si nunca te abres a ti misma y si evitas todo contacto que pueda significar abrirte a otras personas y por lo tanto a ti misma. Tendemos a querer ser de una determinada manera y a no aceptar rasgos que nos pertenecen, solo por querer llegar a una irreal perfección. Aprender a aceptar mi personalidad, que me enfado a veces, que estoy triste a veces, que no soporto a alguien a veces, que no me da la gana de hablar con alguien a veces, que grito a veces, que necesito estar sola y alejarme de todo a veces... Aceptar aquello que considero no adecuado o polí­ticamente incorrecto de mi me hace más persona.
Nunca he fingido ser alguien diferente, pero lo que sí­ he hecho es no aceptar partes de mi que me pertenecen. Ocultarlas solo me hacia sentirme peor. Aceptarlas me ayuda a aceptarme y a encontrarme mejor.

Yo no quiero mejorar para que los demás me acepten, ni fí­sicamente ni intelectualmente, ni mentalmente, si cambio algo en mi será porque no me pertenece, porque no forma parte de mi. Era algo copiado que no querí­a. Y si lo cambio será porque me siento mejor así­. Yo, no los demás. Ya tengo bastante con aceptarme yo como para estar pensando en que me acepten los demás. TODOS!!! Si he de contentar a todos solo de pensarlo me corto las venas o me enclaustro para que nadie sepa como soy. Que agobio.